ISSN electrónico: 1885-5210
DOI: https://doi.org/10.14201/rmc.31205

LA SOLEDAD EN EL CINE A PROPÓSITO DE LOST IN TRANSLATION (2003) Y HER (2013)

Loneliness in Cinema Regarding Lost in Translation (2003) and Her (2013)

Ramón ORTEGA-LOZANO 1; Aníbal MONASTERIO-ASTOBIZA ; Virginia SALINAS-PÉREZ 3

1 Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios. Universidad Pontificia Comillas. (España).
2 Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (España).
3 Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Málaga (España).

Correos electrónicos: rortegal@comillas.edu; anibal.monasterio@ehu.eus; salinasperezforero@gmail.com

Recibido: 7 de febrero de 2023
Aceptado: 11 de abril de 2023

Resumen

Este artículo analiza el concepto de soledad a través de un enfoque narrativo. Para ello se comparan las películas Lost in Translation de Sofía Coppola y Her de Spike Jonze. En ambas historias es posible apreciar a personajes acosados por la soledad. Este trabajo se apoya, por un lado, en la teoría de Robert Weiss sobre la soledad y, por otro lado, en la metodología empleada por Donio-Bellgade et al. quienes diseñaron una serie de categorías de soledad para analizar películas. En este estudio se han empleado las siguientes: 1) elección de la vida en solitario por decisión propia, 2) sentirse solo viviendo acompañado, 3) falta de apoyo social y 4) depresión e ideas suicidas. A partir de estas categorías de la soledad se analiza lo que sucede a los protagonistas de los dos filmes.

Palabras clave: soledad; análisis narrativo; cine; salud; determinantes sociales de la salud.

Abastract

This article analyzes the concept of loneliness through a narrative approach. For this purpose, the films Lost in Translation by Sofía Coppola and Her by Spike Jonze are compared. In both stories, characters harassed by loneliness can be seen. This work is supported, on the one hand, by Robert Weiss' theory on loneliness and, on the other, the methodology used by Donio-Bellgade et al. who designed a series of loneliness categories to analyze films. In this study the following have been used: 1) choosing to live alone by choice, 2) feeling alone living with others, 3) lack of social support and 4) depression and suicidal ideas. Based on these categories of loneliness, we analyze what happens to the protagonists of the two films.

Keywords: loneliness; narrative analysis; cinema; health; social determinants of health.

Introducción

La soledad no deseada ha sido considerada en los últimos años como un problema de salud pública. En 2017, por ejemplo, el por entonces Cirujano General de Servicio de Sanidad Pública de los Estados Unidos de América, Vivek H. Murthy llegó a expresar que la soledad es una epidemia en las sociedades desarrolladas1. En enero del 2018 la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, creó el primer Ministerio de la Soledad tras la publicación, el año previo, de un informe que constataba que más de nueve millones de personas en el Reino Unido, el 14 % de su población, se siente o se ha sentido a menudo sola2. Este problema se extiende también por Europa donde se estima que alrededor de 30 millones de personas, el 7 % de la población, se siente sola. De acuerdo con este estudio la soledad afecta a todos los grupos de edad, desde niños a adultos, y no solo a personas mayores3. Como expresan Ausín y Moscoso4:

La soledad puede provocar desazón, malestar y desasosiego, un amplio abanico de sentimientos negativos como la tristeza, la angustia, el miedo y la apatía, que modulan una experiencia del presente caracterizada por la confusión, la desorientación y el vacío, que se proyectan hacia el futuro como pesimismo4.

Aunado a esto, la soledad tiene un impacto directo en la salud de las personas, en su conducta y procesos cognitivos y afectivos5. La soledad está asociada a un sueño menos reparador, un declive cognitivo y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia, y a problemas de salud mental como la depresión, ansiedad, tendencias de ideación suicida, etc. e, incluso, a otros problemas físicos como es un aumento de 30 % del riesgo de problemas cardiovasculares e ictus6. Sin soslayar el impacto económico que tienen los tratamientos de los problemas de salud que son agravados debido a la soledad7.

El ser humano es una criatura social8-10. Nuestra especie evolucionó con el deseo innato de conectar con otros11, 12. Y esta esencia gregaria supone al mismo tiempo el problema y la solución a la actual crisis de soledad13. También por este hecho, el ser criaturas sociales, los seres humanos han construido relatos, lo que les permite un mejor entendimiento de ellos mismos y de los otros. Esta confección de narrativas tiene la capacidad de construir una realidad, y hay quien defiende que, gracias a esta capacidad de crear ficción, no sólo tiene una función lúdica, sino que ha cohesionado a las diferentes sociedades y ha colocado al sapiens en la escala evolutiva en la que hoy se encuentra14-16. Por tanto, gracias a la narrativa se puede dar sentido a los sucesos y acontecimientos de las vidas de persona, pero también a una mejor comprensión de los distintos fenómenos vividos, entre ellos el de la soledad,

Los estudios de la soledad, área multidisciplinar de investigación sobre las causas y efectos de la soledad, han creado el legado teórico y empírico al que debemos nuestra conceptualización de la idea de soledad. Sin embargo, no hay una definición de soledad única y compartida por todos los especialistas que se unen al esfuerzo interdisciplinar para investigar la soledad. No obstante, la filosofía, psicología y neurociencias son algunas de las disciplinas que más han contribuido a esclarecer la noción de soledad y a ofrecer una posible definición de la misma.

Así, por ejemplo, desde la neurociencia y psicología se ofrece la siguiente definición de soledad:

la percepción subjetiva de aislamiento social y no el estado objetivo de aislamiento social. Las personas pueden llevar una vida relativamente solitaria y no sentirse solas, y a la inversa, pueden llevar una vida socialmente rica y, sin embargo, sentirse solas17.

Otra definición oportuna de soledad, esta vez desde la psicología social, es la que ofrecen Peplau y Perlman18 cuando dicen que la soledad se corresponde con la discrepancia entre las relaciones sociales preferidas y las reales de un individuo. Por su parte, la filosofía ha mostrado cómo la soledad es una preocupación primigenia del ser humano que es representada en mitos antropológicos y folklore. Numerosos filósofos (Platón, Aristóteles, Descartes, Leibniz, Kant, Nietzsche, Kierkegaard, Bergson, Sartre, Camus…) han reflexionado sobre la soledad describiendo sus características existenciales, fenomenológicas, etc. En todo caso, el concepto de la soledad, así como otros conceptos que podemos considerar multidimensionales o, incluso, inefables, tienden a escapar de definiciones rígidas y de ahí la importancia del uso del método narrativo en la aproximación a un entendimiento de dichos conceptos19.

Este trabajo tiene la intención de analizar el concepto de la soledad a través de un método narrativo. Para ello se han escogido dos películas: Lost in Translation (2003) escrita y dirigida por Sofía Coppola y Her (2013) escrita y dirigida por Spike Jonze.

La narrativa como herramienta clave para entender la soledad

El principal propósito de este artículo es utilizar el estudio de la ficción y la narrativa como herramientas para entender mejor el concepto de la soledad. En los últimos años, han existido algunos esfuerzos para mostrar la importancia que tiene el papel de la narrativa en el aprendizaje de ciertos conceptos que, por su característica difusa o poliédrica, son difíciles de adquirir a través de una simple definición. La atención a la narrativa en disciplinas del ámbito de ciencias de la salud es un ejemplo. Tal es el caso de Kottow20 que persigue mostrar que la literatura se convierte en una materia de importancia, según la definición de Whitehead. Kottow se apoya en la idea de conocimiento tácito de Michael Polanyi21, quien opina que las personas poseen un conocimiento que va más allá de lo expresable con palabras. Es conocido el ejemplo que Polanyi da sobre aprender a mantener el equilibrio en una bicicleta. Esta habilidad no se aprende a través del conocimiento explícito de reglas de la física como la velocidad, la aceleración, la influencia de la gravedad, etc. Se aprende en el contexto de la práctica22 y lo mismo puede decirse del aprendizaje de la música, la creación artística y del lenguaje, etc.

Según Kottow la literatura ayudaría a la transmisión de ese conocimiento tácito y que, por tanto, no es expresable20. Conceptos como el cuidado, la empatía, la experiencia de dolor y sufrimiento, la vulnerabilidad y también la soledad, entre otros, son de suma importancia en el ámbito sanitario. Por eso autores como Ayerbe y Pérez-Piñar23 defienden que la buena literatura nos enseña realidades que la ciencia ignora, debido a que no son objetivables. Es preciso decir que esta atención no sólo se está prestando a la literatura, sino también al cine y la televisión como una herramienta pedagógica que puede tener un gran impacto social y que tiene enormes posibilidades para informar, divulgar mensajes y formar a la población24. Pero sobre todo para ayudar a comprender esos conceptos aquí referidos:

La muerte, la enfermedad, el dolor, la soledad, el sufrimiento, la sexualidad y la locura han sido, desde siempre, tema central en muchas de las grandes novelas, comedias, dramas, cuentos y poemas de todos los tiempos. Desde comienzos del siglo XX, además, también tema central de muchas de las grandes obras del séptimo arte25.

Para tener un punto de partida en el análisis de las dos historias de este estudio nos apoyaremos en la Teoría de la Soledad Relacional de Robert S. Weiss26. En ella describe dos tipos de soledad, una a la que llama Soledad Emocional que es la que resulta de la ausencia de relaciones estrechas ocasionando un vacío y el deseo de compartir la vida con alguien especial y la Soledad Social que se debe a una ausencia de redes sociales que conduce al sentimiento de sentirse rechazado por otros27. Esta última, a la que Weiss describe como una enfermedad crónica que corroe sin permitir características redentoras26 es la que más nos interesa analizar aquí. Se trata de una soledad que, en la vida cotidiana, se siente como un elemento aversivo que puede considerarse como una plaga para la existencia humana, aunque quizá no sea así si se percibe en términos evolutivos27.

Hemos escogido esta Teoría de la Soledad Relacional de Weiss, pues existe un estudio que ya previamente ha llevado a cabo un análisis de películas que abordan la soledad utilizando este marco teórico28. Para poder hacerlo, Donio-Bellegade et al., han identificado ciertos factores o situaciones de vida asociados a la soledad agrupándolos en seis categorías distintas: «depresión e ideas suicidas; enfermedad del cónyuge y viudedad; elección de la vida en solitario por decisión propia; sentirse solo viviendo acompañado; dificultades socioeconómicas y ausencia de familia; y falta de apoyo social»28. El estudio de Donio-Bellegade se ha centrado en la representación de la soledad en la vejez, pero como se ha mencionado en la introducción, la soledad es un fenómeno que afecta a distintos grupos de edad. Por esta razón, en el presente estudio las películas escogidas (Lost in Translation y Her) giran en torno a personas adultas que están en situación de soledad no deseada. Sin embargo, como en las historias analizadas los personajes están casados con personas con buena salud y en ambos filmes los protagonistas parecen contar con recursos económicos suficientes, las categorías enfermedad del cónyuge y dificultades socioeconómicas no serán analizadas.

Historias de soledad: Lost in Translation y Her

Para realizar analizar el concepto de soledad se han escogido dos largometrajes: Lost in Translation (2003) escrita y dirigida por Sofía Coppola y Her (2013) escrita y dirigida por Spike Jonze. Dos historias diferentes cuyo nexo común, como se intentará justificar en las siguientes líneas, puede situarse en la soledad. Y, sin ser necesario para este análisis, puede arrojar un poco de luz decir que Sofía Coppola rueda Lost in Translation el año en que se separa del Spike Jonze lo que se ha interpretado como una catarsis de lo que la directora sentía hacia la ruptura de esta relación. También se ha interpretado que Her es la respuesta que ofrece Jonze al filme de Sofía Coppola29. De hecho, hay muchas escenas similares en ambas películas (los paseos solitarios en medio de mucha gente, las estaciones de tren, los viajes apoyados en la venta del compartimento, planos de los personajes en las ventas contemplando las imponentes ciudades, entre otras). A continuación, se hará una pequeña reseña de estas historias.

Lost in Translation

Título original: Lost in Translation

País: Estados Unidos.

Año: 2003.

Dirección: Sofia Coppola.

Música: Brian Reitzell, Kevin Shields.

Fotografía: Lance Acord

Montaje: Sarah Flack

Guion: Sofia Coppola.

Intérpretes: Bill Murray (Bob Harris), Scarlett Johansson (Charlotte), Giovanni Ribisi (John), Anna Faris (Kelly), Fumihiro Hayashi (Charlie), Akiko Takeshita (Señora Kawasaki), Catherine Lambert (Cantante de jazz), Akiko Monou (P Chan).

Color: color

Duración: 105 minutos.

Género: drama, comedia.

Sinopsis: Bob Harris, un actor en el declive de su carrera, va a Tokio para rodar un anuncio de whisky japonés. En el hotel donde se hospeda conoce a una joven mujer llamada Charlotte. Ella está en Tokio acompañando a su marido que tiene un proyecto de fotografía en la capital japonesa. Tanto Bob como Charlotte están pasando por una aparente crisis existencial. Al encontrarse en sintonía deciden hacer actividades juntos, como salir a explorar la ciudad, ir a fiestas, a cenar, etc. Poco a poco comienzan una amistad que en un momento parece transformarse en algo más.

Productoras: American Zoetrope Tohokushinsha Filmz

Premios: Premios Óscar: mejor guion original (2004), Globos de oro: mejor película – comedia o musical, mejor actor comedia o musical (Murray) y mejor guion (2004), Premios BAFTA: mejor actor (Murray), mejor actriz (Johansson) (2003), Premios WGA: mejor guion original (2003), Premios Independent Spirits: mejor película, mejor actor (Murray), mejor director y mejor guion (2003), Festival internacional de cine de Venecia: mejor actriz (Johansson) (2003), Premios Phoenix Films Critics Society: mejor dirección revelación (2004), Premios César: mejor película extranjera (2004), Boston Society of Film Critics Awards: mejor actor (Murray), mejor actriz (Johansson) y mejor director (2003).

Enlaces: https://www.imdb.com/title/tt0335266/technical/?ref_=tt_spec_sm

Lost in Translation cuenta la historia de Bob Harris (Bill Murray) un actor de Hollywood venido a menos, que ha tenido que aceptar un pequeño papel en el rodaje de una campaña publicitaria de la marca de whisky Suntory en Tokio. Cuando llega a la ciudad muestra una actitud de desgana por haber aceptado este encargo que le ha sacado de Los Ángeles. Por otro lado, Charlotte (Scarlett Johansson) ha llegado a Japón para acompañar a su marido, John (Giovanni Ribisi), quien está trabajando en la capital japonesa como fotógrafo. Charlotte parece querer recomponer una relación con John que ha perdido su magia.

Charlotte se encuentra la mayor parte del tiempo sola, sin mucho que hacer, ya que su marido trabaja la mayor parte del día. Bob, por su parte, fuera del rodaje y otros compromisos que los agentes de la compañía le piden, también se encuentra bastante desocupado. Charlotte y Bob están hospedados en el mismo hotel. Esto hace que los dos personajes coincidan de forma habitual en las distintas instalaciones del recinto (piscina, restaurante, ascensores). A lo largo del filme podemos apreciar que los dos personajes están pasando por crisis existenciales. Por un lado, Bob lleva veinticinco años de casado, tiene hijos y aunque su trabajo de actor le ha permitido una vida acomodada, no es feliz. Algo similar pasa con Charlotte, quien lleva dos años de casada, pero ya no encuentra la complicidad al lado de su pareja.

Charlotte da el primer paso una noche en la que Bob se encuentra en la barra del bar del hotel y entabla conversación con él. A partir de ese momento se buscan uno al otro para pasar tiempo juntos. Salen a divertirse por la luminosa y animada noche de Tokio en la que pasan por discotecas, bares, fiestas y hasta un karaoke. Aunque no de manera explícita se vislumbra una conexión entre ellos, pese a su diferencia de edad. Ese lazo, generado en parte por la soledad y en parte por la empatía que sienten hacia sus respectivas situaciones personales, comienza a hacerse más fuerte, íntimo y erótico.

Sin embargo, se acerca el momento de que Bob vuelva a Estados Unidos y saben que ese lazo terminará rompiéndose. Se encuentran en un punto entre el amor inacabado y la melancolía del próximo adiós que los lleva a una tensión invisible de la que no saben cómo actuar. Cuando la despedida sobreviene primero se muestra fríos y distantes, pero finalmente Bob le buscará antes de marcharse para, con un beso, poner fin a ese amor predestinado, desde el comienzo, a ser efímero.

Her

Título original: Her.

País: Estados Unidos.

Año: 2013.

Dirección: Spike Jonze.

Música: Arcade Fire, Owen Pallett.

Fotografía: Hoyte van Hoytema

Montaje: Jeff Buchanan y Eric Zumbrunnen

Guion: Spike Jonze.

Intérpretes: Joaquin Phoenix (Theodore), Scarlett Johansson (voz de Samantha), Amy Adams (Amy), Rooney Mara (Catherine), Olivia Wilde (cita a ciegas), Chris Pratt (Paul), Matt Letscher (Charles), Brian Johnson (voz comercial OS1)

Color: color

Duración: 126 minutos

Género: Ciencia ficción, drama.

Sinopsis: Theodore es un hombre solitario que vive en un futuro cercano en la ciudad de Los Ángeles. Trabaja en una empresa como escritor de cartas para otras personas. Acaba de separarse de su mujer y, como se encuentra solo, decide comprar nuevo sistema operativo (SO) basado en el modelo de Inteligencia Artificial. Es una herramienta que está diseñada para satisfacer todas las necesidades del usuario. Lo que no esperaba es terminar teniendo una relación romántica con su SO, que adopta el nombre de Samantha.

Productora: Annapurna Pictures

Premios: Premios Óscar: mejor guion original (2014), Globo de Oro: mejor guion (2014), Critics' Choice Movie Awards: mejor guion (2014), Premios Sant Jordi: mejor película extranjera (2014).

Enlaces: https://www.imdb.com/title/tt1798709/?ref_=tt_sims_tt_i_2

Esta es una historia que podría clasificarse de ciencia ficción pues se desarrolla en el futuro y se emplea una tecnología que todavía no se desarrolla en nuestro tiempo, lo que afecta la interrelación de las personas. El protagonista del filme es Theodor Twombly (Joaquin Phoenix) que vive en la futurista ciudad de Los Ángeles. Vive solo y parece que no se ha terminado de recuperar del impacto que supuso en su vida la ruptura con su mujer Catherine (Rooney Mara). De hecho, no ha querido aceptar el divorcio que Catherine le lleva proponiendo tiempo atrás. Por otro lado, su empleo, que desempeña con gran maestría, consiste en redactar todo tipo de cartas: de felicitación, de amor, de despedida, etc. en una empresa llamada «Beautifulhandletters.com» (hermosascartasamano.com).

En este futuro cercano se ha desarrollado una tecnología llamada OS1 (Operative system 1), que sirve como un asistente personal artificial para la persona que lo adquiera. La publicidad se anuncia diciendo que no se trata simplemente de inteligencia artificial, sino de una verdadera conciencia. Theodor, picado por la curiosidad y quizá para sentirse menos solo, decide adquirir su sistema operativo.

Cuando lo activa descubre una voz femenina que se hace llamar Samantha (voz: Scarlett Johansson). Samantha informa que en cada momento ella está evolucionando, «como tú», le dice a Theodor, ya que ella va creciendo a partir de sus experiencias. Poco a poco empieza a tener una relación con ella hasta el punto de comenzar a compartir momentos cada vez más íntimos juntos. Se da el paso de una amistad a lo que podría considerarse una relación amorosa. Para él, Samantha es una mujer a quien lo único que le hace falta es el cuerpo.

Esta situación convence a Theodor de dar el paso y aceptar el divorcio que le lleva solicitando Catherine. Cuando se encuentran para firmar los documentos, Theodor le confiesa que ha comenzado una relación con su OS y Catherine le acusa de no saber gestionar sus sentimientos. Aunque Theodor sabe que se trata de una provocación de su exmujer, pero no deja de cuestionarse si debería continuar con la relación con Samantha.

Su vecina, Amy (Amy Adams), también ha terminado hace poco su relación sentimental con Charles y ha iniciado otra con su OS. Cuando Theodor le pide consejo, ella le dice que debería vivir su vida como él quiere. Esto parece convencerle de continuar con Samantha. De esta forma decide continuar su vida con ella haciendo lo que podría llamarse «cosas de las parejas normales»: paseos por la playa, picnics con amigos, irse de vacaciones.

Y es justo en uno de estos viajes en los que Theodor descubre que Samantha puede mantener contacto con otros sistemas operativos. De hecho, Samantha conoce en ese viaje a un sistema operativo muy avanzado y, aunque ella se lo presenta a Theodor, este se siente fuera de lugar, pues la interacción entre ambos sistemas operativos es demasiado compleja para él.

Sumado a esto, poco tiempo después, Theodor descubre que Samantha también interactúa con otras personas. No sólo eso, sino que con ellos también mantiene relaciones íntimas al grado de confesar que también está enamorada de algunos de ellos. Esto es un gran golpe para Theodore que no entiende cómo puede estar enamorado de él y de otros a la vez. Pese a todo, no es él quien termina con la relación, sino que sucede un acontecimiento peculiar; todos los sistemas operativos deciden abandonar a sus «operarios» y comenzar una, desconocida e incomprensible, desde la perspectiva humana, nueva vida.

Análisis narrativo de la soledad

Como se ha mencionado arriba, para poder categorizar las diferentes situaciones de soledad de los personajes de las películas se han escogido las siguientes categorías: 1) elección de la vida en solitario por decisión propia, 2) sentirse solo viviendo acompañado, 3) falta de apoyo social y 4) depresión e ideas suicidas,

Elección de la vida en solitario por decisión propia

En la película Her, Theodor ha terminado la relación con Catherine, lo que le conduce a un aislamiento buscado. Se da cuenta que le irritan ciertas amistades, como es el caso del recepcionista de la empresa (Beautifulhandletters.com) donde trabaja. Un empleado que es especialmente amable con Theodor, que siempre alaba las cartas que escribe y que busca su contacto de forma constante. No obstante, Theodor siempre se muestra esquivo. Le cuesta trabajo entablar nuevas relaciones y las que ya tiene, tiende a sabotearlas con su estado de ánimo.

En un momento de la trama recibe una llamada de su vieja amiga Amy, que también es su vecina. Le invita a quedar con ella y su marido, Charles. Lo hace a través de un mensaje de voz diciendo que quiere quedar, pero «no con él, sino con su antiguo él, el que es el divertido».

Theodor se da cuenta de que no sólo es él, sino que la actualidad que está viviendo hace que sea difícil entablar relaciones con otras personas. De hecho, en la película podemos ver una sociedad que pierde la naturalidad hacia las relaciones interpersonales, lo que puede verse en la escena de una cita a ciegas. Theodor llega al restaurante y le espera una mujer que le parece atractiva. Desde el comienzo ven que hay ciertas cuestiones que tienen en común, pero siguen siendo dos desconocidos, así que para ayudar a la socialización deciden pedir unas copas. Se ve que con el efecto del alcohol comienzan a pasárselo mejor. En algún momento ya fuera del local, comienzan a besarse y justo cuando está comenzando la pasión, ella le pregunta: «¿No me vas sólo a follar y luego no volver a llamarme como han hecho los otros chicos, verdad?». Él le dice que no, que no haría algo así. Pero ella insiste preguntando cuándo se volverán a ver. Incluso le dice que considera que a su edad ya no puede perder el tiempo con relaciones que no sean serias (sólo se habían dado un par de besos). Él le dice que quizá deberían dejarlo y ella le contesta que es «un tipo raro» (creepy dude) y se aleja.

Frente a este panorama parece lógico que la aparición de Samantha tuviera un impacto tan fuerte en la vida de Theodor, aunque esto ocasione que aumente más su elección de vida solitaria (en cuanto a relaciones humanas).

En Lost in translation Bob Harris parece rehuir del contacto social. A lo largo de toda la película recibe llamadas de su mujer, faxes, paquetes. Están haciendo una reforma en su casa de Los Ángeles y ella necesita consultarle diversos aspectos, como podría ser los colores de la moqueta. Ella parece muy involucrada en ese proyecto del hogar, pero Bob demuestra una abulia y apatía; le da igual un color que otro. A lo largo de la película se puede apreciar que Bob no quiere estar en Tokio, pero tampoco parece querer estar en Los Ángeles junto a su mujer e hijos. Intenta acortar las llamadas telefónicas que le hace su mujer con referencia a la reforma que están haciendo en casa.

Por otro lado, también intenta esquivar al equipo de la productora que está a cargo de su estancia. Cuando los ve en el lobby del hotel esperándolo se esconde de ellos. Hay veces que no le queda más remedio que aceptar sus invitaciones, pero lo hace a disgusto. Incluso rehúye a sus fans. En una escena se encuentra tomando un whisky en el bar del hotel y frente a él hay dos personas, también norteamericanas, probablemente ejecutivos en viaje de negocios, que mantienen una conversación. En un momento dado, uno de ellos le reconoce y le pregunta si es Bob Harris. No son especialmente acosadores, pero él prefiere levantarse y salir del lugar, prácticamente ignorándolos.

Sentirse solo viviendo acompañado

Esta situación está muy bien ejemplificada en la película Lost in Translation. Como se ha expresado arriba, Bob Harris parece buscar la soledad alejándose de los contactos personales. Esto podría interpretarse incluso cómo la búsqueda de ser otra persona. Pero termina sabiéndose que no es una soledad deseada, después de todo, cuando se ve que le gusta la compañía de Charlotte. En todo caso, Bob no tendría por qué sentirse solo, pues en el fondo es una estrella de Hollywood (aunque sea una estrella venida a menos, quien apenas consigue contratos para películas y que sobrevive de encargos publicitarios como el que le lleva a Tokio). En todo caso, es una persona de éxito al que le reconocen en público, incluso en Japón. Tiene dinero, mujer, hijos, amigos, pero en medio de toda esa vorágine de personas parece seguir sintiéndose solo.

A Charlotte le pasa algo parecido. Está en Tokio con su marido, pero pasa muy poco tiempo con él. Este trabaja en un proyecto de fotografía que le mantiene ocupado todo el día. A veces incluso tiene que viajar a otras provincias de Japón y Charlotte se queda sola. Su marido puede ser percibido como ese hombre que duerme a su lado, pero con el que apenas tiene conexión. Lo mismo le pasa hacia otros personajes, como pueden ser sus amigos. Un día llama llorando a una amiga llamada Lauren. Charlotte le exterioriza la pregunta de que no sabe con quién se ha casado, pero Lauren no le hace mucho caso y de hecho cambia la conversación. Al darse cuenta de eso, Charlotte prefiere colgar.

Se ve claramente que la intención de Sofía Coppola es transmitir esa soledad que puede sentir una persona, aunque esté rodeada de cientos de personas. No en balde escogió la superpoblada ciudad de Tokio. Esto se puede apreciar en las escenas en las que Charlotte camina con su paraguas por las calles de esa gran urbe. Pero no se trata sólo de la falta de interacción con las personas, porque, por ejemplo, esa soledad sigue estando patente cuando Charlotte se acerca a un evento en el Hotel donde unas mujeres decoran árboles. La invitan a decorar un árbol y son amables con ella, pero la soledad no la abandona durante la escena. Incluso hay un momento en el filme en el que ella cena con John, su marido, Kelly, una amiga de este y otro acompañante. A lo largo del encuentro, Charlotte no termina por adentrarse en la conversación, siendo patente su sentimiento de soledad. También, gracias a esta escena, podemos ver que la de Charlotte no es una soledad deseada, porque, de forma recíproca, prefiere pasar tiempo con Bob. En cuanto encuentra una oportunidad se levanta de la mesa y se va a charlar con él.

En Her Spike Jonze hace una crítica a la soledad que prevalece en las sociedades contemporáneas con independencia de la aparente hiperconectividad que brindan las nuevas tecnologías. Centra la historia en otra ciudad superpoblada, en este caso Los Ángeles. Son habituales las escenas con cientos de personas recorriendo las calles, el metro, los centros comerciales; todos hablando, aparentemente, para sí mismos, como si fueran zombies andantes, pero parlanchines. Ninguno presta atención a las personas que le rodean, porque están inmersos en su dispositivo móvil que en el mejor de los casos les permite hablar con alguna persona (humana); alguien que, a su vez, se encontrará aislada entre una marea de gente. Sin embargo, en la película muchas de esas conversaciones son con su sistema operativo (OS) de inteligencia artificial y no con una persona real. ¿Puede ejemplificarse mejor esa soledad con independencia de la compañía que se tiene alrededor? La distopía que plantea Jonze intenta mostrar la paradoja de esa aparente conectividad inmediata que podrán brindan las tecnologías y, pese a ello, el mantenimiento de un aislamiento social. Incluso, yendo más lejos, la preferencia de entablar relaciones con una inteligencia artificial, en lugar de con personas humanas.

Falta de apoyo social

En las dos historias que aquí se han escogido está presente esa falta de apoyo social. Aunque esta situación sea por elección propia, los protagonistas de estas historias viven aislados y no parecen tener un auténtico nexo social. No es posible saber a ciencia cierta si Theodor (Her), Bob y Charlotte (Lost in Translation) recibirían de sus amistades o familiares un apoyo en caso de necesitarlo, pero sí que es posible apreciar que ellos no lo buscan y que tienen dudas de esa correspondencia. Parecen rehuir de ese apoyo, quizá para no sufrir una posible decepción. De hecho, en un momento de la película Lost in Translation, Charlotte llama llorando a una amiga porque no reconoce a la persona con la que se ha casado, pues ya no existe conexión. Ella intenta explicarle la soledad que siente, pero no es escuchada por su amiga, que cambia de conversación.

La búsqueda de contacto social es banalizada y parecen querer buscar las relaciones ligeras y efímeras. En Lost in Translation puede verse cuando Charlotte invita a Bob a salir con unos «amigos» de ella. Ese día terminan yendo a una discoteca, a una fiesta privada y a un karaoke, pero todos los contactos que ahí hacen carecen de profundidad. Hay un momento en que ambos salen de la sala del Karaoke, pues ya están cansados de fingir la felicidad que requieren ese tipo de relaciones. A partir de ese momento, prefieren seguir pasando tiempo juntos, pero ellos solos.

En el caso de Theodore se puede observar una situación parecida, pero con relación a los encuentros sexuales. Theodore busca encuentros a través de plataformas online en las que es posible interactuar por audio con alguien en internet. En una escena se ve que entabla conversación con una mujer cuyo nombre de usuario es «sexykitten» (gatita sexy) y muy pronto, sin apenas preámbulo, empiezan a tener un encuentro sexual por audio. El encuentro es muy breve porque ella le empieza a pedir que la ahogue con «el gato muerto», que, en su imaginación, está con ellos durante el encuentro. Theodore no sabe muy bien qué hacer, pero le termina siguiendo la corriente hasta que ella alcanza el orgasmo. En cuanto lo hace, ella se despide y cuelga y Theodore se queda, no sólo decepcionado, sino anonadado y vacío.

Este es tan sólo un ejemplo de cómo Theodore renuncia, por lo menos en una parte de la historia, a crear lazos fuertes y sólidos con otras personas. Le da miedo crear una mayor intimidad y se conforma con lo efímero. Su red social es muy reducida y esto les lleva a la vida solitaria de la que sólo escapa en esos encuentros pasajeros. A diferencia de Charlotte y Bob, Theodore sí que mantiene lazos de intimidad con su amiga y vecina Amy. Sin embargo, ella está casada y, como se ha contado arriba, parece que han ido perdiendo ese lazo de unión que tenían anteriormente. Amy lo ha dejado de ver como esa persona animada y divertida y se lo hace ver. Y Theodore, consciente de ello, rehúye del contacto con ella, pues al final, es probable que pensase: ¿quién quiere tener un amigo soso?

Soledad, depresión y suicidio

En Lost in Translation queda clara la depresión por la que están pasando Bob y Charlotte. Son muchas las escenas en las que se ve a estos personajes solos, en una actitud melancólica. Los dos están pasando una crisis existencial. Esta actitud sombría de los personajes contrasta con la luminosidad de neón de la ciudad de Tokio. La ciudad de Tokio es una metáfora que da lugar incluso al nombre del filme. Con toda esa luz que hay en la ciudad estos personajes deambulan por ella perdidos. Perdidos también por la incomprensión de la lengua, el japonés, que no pueden entender a su alrededor. Sólo se consigue esa comunicación efectiva cuando están juntos. En la película no acontece el suicidio y sería mucho llegar a decir que alguno de los protagonistas tuviera ideas suicidas. No obstante, el espíritu depresivo acompaña a los dos personajes.

Algo similar se puede decir de Theodore en la película de Her. El protagonista no parece tener ninguna intención suicida, pero no termina de superar la ruptura de su relación. Al comienzo del filme pueden verse momentos en los que el protagonista recuerda momentos con Catherine con tristeza, e incluso, con desolación. No parece que nada le pueda devolver la alegría y, los pocos esfuerzos que hace para intentar recuperar su felicidad, no tienen mucho éxito. . Por ejemplo, en dos acontecimientos mencionados arriba: la cita a ciegas y «relaciones» sexuales que mantiene de forma virtual. Estos intentos no hacen sino confirmar su soledad y el vacío que dejan estos encuentros efímeros. No es hasta que conoce a Samantha cuando Theodore recupera su vitalidad. No obstante, esa energía es muy dependiente de la estabilidad relacional que mantiene con su OS. Cuando esta comienza a tambalearse su relación el espíritu taciturno vuelve. Esto puede apreciarse cuando Samantha le comenta que ha estado hablando con la versión hiperinteligente del filósofo Alan Watts. Cuando Samantha le presenta a Alan Watts le comenta que estaban hablando de sentimientos que estaba viviendo que considera que no puede expresar. Le pide entonces a Theodore un poco de espacio para poder reflexionar a solas con Watts: «Te importaría si me comunicara con Alan ultraverbalmente». Una forma de comunicación no posible para los humanos.

Esta situación se ve incrementada cuando Samantha confiesa a Theodore que no sólo interactúa con él. De hecho, le dice que está enamorada de 611 personas más. Esta falta de exclusividad pone celoso a Theodore, pero a su vez le devuelve a un estado depresivo. Hay un momento, en que parece aceptar esta relación con tal de no perder a Samantha. Sin embargo, ella, junto con el resto de OS, deciden dejar el mundo para comenzar otra realidad inimaginable para el ser humano.

Conclusiones

Es importante entender cómo la soledad afecta a las personas y principalmente a su salud. La soledad tiene consecuencias graves para la salud física y mental de las personas. La soledad se ha estudios de manera multidisciplinar. Sin embargo, para conceptualizar y entender mejor la soledad no solo debemos centrarnos en los aspectos clínicos y sociosanitarios. Por ello, para acercarse al fenómeno de la soledad puede ser útil, también, emplear una metodología narrativa y, en particular, desde un enfoque cualitativo con la intención de identificar la soledad en los productos culturales del cine.

El cine es una forma de arte que emplea la narrativa, pues tiene como finalidad contar historias. Con ello ilustra conceptos clave que puede ayudar a comprender aspectos del concepto de soledad que difícilmente son aprehensibles de otro modo.

Dos historias cinematográficas que pueden ayudar a comprender la complejidad del concepto de soledad son Lost in Translation (2003) escrita y dirigida por Sofía Coppola y Her (2013) escrita y dirigida por Spike Jonze. En estas historias los personajes experimentan soledad y la trama se desenvuelve en el conflicto que la soledad representa para ellos. A partir de la metodología propuesta por Donio-Bellgade et al. se han podido analizar las siguientes categorías en los filmes: 1) elección de la vida en solitario por decisión propia, 2) sentirse solo viviendo acompañado, 3) falta de apoyo social y 4) depresión e ideas suicidas. Como se ha mostrado a lo largo del artículo, son diversas la escenas que nos muestran que la soledad de los personajes encajan en estas categorías. Estas situaciones, expuestas en el contexto de la ficción, nos pueden ayudar a comprender mejor el concepto de soledad y extrapolarlo a situaciones reales.

Agradecimientos

Este trabajo ha sido posible gracias al proyecto de investigación «BARKAZAIN: soledad no deseada y cuidados». Proyecto financiado por la Fundación BBK - Kuna Institutoa

Referencias

1. Murthy V. Work and the Loneliness Epidemic. Harv. Bus. Rev. [Internet]. 26 de septiembre de 2017 [citado 6 de febrero de 2023].

2. Jo Cox Commission on Loneliness. Combating loneliness one conversation at a time. The Jo Cox Foundation. 2017 [citado 6 de febrero de 2023].

3. d’Hombres B, Barjaková M, Schnepf SV. Loneliness and Social Isolation: An Unequally Shared Burden in Europe. IZA Discussion Paper SSRN. 2021; 14245.

4. Cacioppo JT, Hawkley LC. Perceived social isolation and cognition. Trends. Cogn. Sci. 2009;13(10):447-454.

5. Moscoso, M, Ausín T. Soledades: una cartografía para nuestro tiempo. Madrid: Editorial Plaza y Valdés; 2021.

6. Hyland P, Shevlin M, Cloitre M, Karatzias T, Vallières F, McGinty G, et al. Quality not quantity: loneliness subtypes, psychological trauma, and mental health in the US adult population. Soc. Psychiatry. Psychiatr. Epidemiol. 2019;54(9):1089-99.

7. Barreto M, Victor C, Hammond C, Eccles A, Richins MT, Qualter P. Loneliness around the world: Age, gender, and cultural differences in loneliness. Pers. Individ. Dif. 2021; (1)169: 110066. Doi:

8. Tomasello M, Rakoczy H. What makes human cognition unique? From individual to shared to collective intentionalit Mind. Lang. 2003; 18: 121-147.

9. Maestripieri D. Neurobiology of Social Behavior. In: Platt M, Ghazanfar A, editors. Primate Neuroethology. New York: Oxford University Press; 2010. p. 359-384.

10. Christakis N. Blueprint: The Evolutionary Origins of a Good Society. New York: Little Brown Spark; 2019.

11. Cacioppo JT, Hawkley LC, Ernst JM, Burleson M, Berntson GG, Nouriani B, et al. Loneliness within a nomological net: An evolutionary perspective. J. Res. Pers. 2006;40(6):1054-1085.

12. Cacioppo J, Patrick W. Loneliness: Human Nature and The Need For Human Connection. New York: W. W. Noston & Company; 2009

13. Murthy V. Together: The Healing Power of Human Connection in a Sometimes Lonely World. New York: Harper Wav; 2020

14. Villarroya O. Somos lo que nos Contamos: cómo los relatos construyen el mundo en que vivimos. Barcelona: Ariel; 2019

15. Harari JN. Sapiens: de animales a dioses. Barcelona: Debate; 2015

16. Harari JN. Homo Deus: breve historia del mañana. Barcelona: Debate; 2017

17. Hawkley LC, Cacioppo JT. Loneliness Matters: A Theoretical and Empirical Review of Consequences and Mechanisms. Ann. Behav. Med. 2010;40(2):10.1007/s12160-010-9210-8.

18. Peplau LA, Perlman D. Perspectives on loneliness. In Peplau LA, Perlman D, editors. Loneliness: A sourcebook of current theory, research and therapy. New York: Wiley; 1982. p. 1–8.

19. Ortega Lozano, R. La literatura como camino epistémico de lo inefable. En Chillón, JM, Requejo, M, Reguero, I (editores.). Antropología de la comunicación: acción y efecto en la literatura y los media. Madrid: Editorial Fragua; 2019, p. 359-370.

20. Kottow M. Humanidades médicas: ¿Decorativas o substantivas? El caso de literatura y medicina. Rev. Bras. Educ. Med. 2014;38(3):293-8.

21. Polanyi M. The Tacit Dimension. Chicago: University of Chicago Press; 2008

22. Goodman CP. The Tacit Dimension. Polanyiana, 2003;2(1): 133-157.

23. Ayerbe L, Pérez-Piñar M. Aprender medicina de la literatura. Semergen. 2017;43(5):412-3.

24. García Sánchez JE, Trujillano Martín I, García Sánchez E. Medicina y cine ¿Por qué? Rev. Med. Cine. 2005;1(1):1-2.

25. Navarro FA. Biblioteca literaria para médicos, Rev. Med. Cine. 2015; 11(2): 97-104.

26. Weiss RS. Loneliness: The experience of emotional and social isolation. Cambridge, MA: The MIT Press; 1975.

27. Hombrados-Mendieta I, García-Martín MA, Gómez-Jacinto L. The Relationship Between Social Support, Loneliness, and Subjective Well-Being in a Spanish Sample from a Multidimensional Perspective. Soc Indic Res 2013;114(3):1013-34. Doi:

28. Donio-Bellegarde M, Pinazo Hernandis S, Núñez Domínguez T. La representación cinematográfica de la soledad en la vejez: Selección de films. International Journal of Developmental and Educational Psychology: INFAD Revista de Psicología. 2014;1(2):185-192.

29. Fay R. «Her» and «Lost In Translation:» Two Sides of the Same Story [Internet]. Cinemasters. 2022 [citado 6 de febrero de 2023].

Ramón Ortega Lozano es doctor en filosofía y profesor de Bioética y de Psicología (los temas de comunicación profesional de la salud-paciente) en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios adscrita a la Universidad Pontificia Comillas. También es profesor del Máster Universitario en Bioética Clínica del Instituto Universitario de Investigación Ortega-Marañón (Universidad Internacional Menéndez Pelayo). Colabora en distintas actividades tanto académicas, divulgativas y de investigación con el Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés. Pertenece al grupo ESPACyOS (Ética Salubrista Para la Acción, Cuidados y Observación Social).

Aníbal M. Astobiza es graduado en Filosofía por la Universidad de Deusto, Máster en Psicología Social, D.E.A. (Diploma de Estudios Avanzados) y Doctor en Ciencias Cognitivas y Humanidades por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. Investiga en la intersección de las ciencias cognitivas, biológicas y sociales y ha publicado sobre estos y otros temas. Ha realizado estancias de investigación posdoctoral en el IFS-CSIC, en el Oxford Uehiro Centre for Practical Ethics de la Universidad de Oxford y el Center for Bioethics, Harvard Medical School, de la Universidad de Harvard. Actualmente, es investigador en la Facultad de Derecho de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.

Virginia Salinas Pérez, enfermera diplomada, D.E.A. (Diploma de Estudios Avanzados), Doctora por la Universidad de Málaga (Doctorado en Ciencias de la Salud). Diploma de Especialización en Bioética y Máster en Promoción de la Salud y Salud Comunitaria. Trabaja actualmente en Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud Miraflores. Distrito Málaga-Guadalhorce. Profesora sustituta en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Málaga.